Las claves de Miao Yin. Personas altamente sensibles

Las claves de Miao Yin. Cómo gestionar lo material sin que se convierta en una sobrecarga

Hombre con mochila que camina por un bosque


La vida se puede resumir en un cúmulo de experiencias sentidas, un viaje en el que llevamos una mochila donde vamos introduciendo cosas materiales que nos sirven para sentir comodidad por el camino y lo que la mayoría de personas no asimilan es que el apego excesivo a lo material produce infelicidad.

Muchos de nosotros podemos llevar mochila otros, sin embargo, trolleys (carritos) todo eso depende del nivel adquisitivo que se puedan permitir. Dependiendo de las circunstancias que uno se encuentre podrá acaparar más riqueza material o menos ya que en ello, participan muchos factores. Pero esta mochila que llevamos encima, se puede convertir en  una sobrecarga para nuestra salud física y emocional produciendo así malestar, estrés, ansiedad, infelicidad y esclavitud. Depende de cada uno ser lo suficiente responsable y sensato para no excederse en el peso y que eso no afecte a nuestra felicidad y bienestar. Cuanto más ligera sea, mejor nos sentiremos. Lo que quiere decir que nos interesará mantener un buen equilibrio e ir renovando las pertenencias cuando nos comiencen a entorpecer.

Las preguntas son:

  • ¿Realmente mi felicidad puede depender de tener ese objeto o me puedo conformar con otro que se ajuste más a lo que necesito en este momento? 
  • ¿Mi vida no es más importante que poseer algo que hoy está y mañana puede que no exista? 
  • ¿No tengo capacidad para ilusionarme sin depender de una posesión material? 
  • ¿Cómo detecto que mi mochila está demasiado cargada? Fácil, lo notarás cuando quieras hacer cosas y el sacrificio sea demasiado pesado para poder continuar.
Echad la vista atrás y os daréis cuenta que antes de disfrutar de esos objetos, casa, coche, joyas o móviles, erais también felices y además estabais ilusionados por intentar conseguirlos. Ahora que posiblemente ya lo tenéis, ya os sentís acomodados y el aliciente se ha perdido. Puede que continuéis pagando al banco por disfrutar de algo que os mantiene esclavizados y os impida, al mismo tiempo, dejar de disfrutar de otras cosas que necesitáis en estos momentos, mucho más. ¿Merece la pena sentirse así durante tantos años? Yo creo que no ¿y vosotros?

Por eso, creo que es muy importante ser objetivos ante cada una de las situaciones que se nos presentan y analizar que consecuencias nos producen para tomar las medidas adecuadas como por ejemplo, desprendernos de ellas. Puede que realizando algún paso nos tengamos que adaptar a otra situación distinta pero no peor sino diferente y, seguramente, estaremos más libres y tranquilos. 

Al igual que nosotros cambiamos con el tiempo, nuestras prioridades también lo hacen con nosotros y lo que antes nos resultaba imprescindible ahora, ya no lo es tanto. Las cosas materiales nos aportan comodidad pero ¿qué ocurre si se estropean o desaparecen por alguna razón? Nuestra capacidad de adaptación es la que debe salir a flote y cambiar esa circunstancia con fortaleza y valor para continuar con nuestra vida. ¿Qué pasa si hoy tenemos un accidente y dejamos de ver o de oír? ¿No es eso más grave? Y aún así, ¿no nos quedaría otra que continuar adelante?  

Entonces, tómate las cosas materiales como simples objetos de trueque o de inversión porque no son otra cosa que eso. Una casa o piso no es un hogar. Un hogar lo hacen los miembros que viven en ella. Un coche no es indispensable, porque existe el transporte público o tú que puedes ir caminando sin problemas. Un móvil de última generación no es imprescindible tampoco y, como éstas, muchas cosas más que te hacen creer que si no las posees no eres capaz de disfrutar en la vida sin ellas. Así que, cuando sientas que algo te asfixia o pesa demasiado en tu mochila cámbialo por otra cosa que te haga sentir mejor siempre que puedas. La pura verdad es que tú eres lo más importante. Tu consigues convertir cualquier cosa en algo mejor. Si tu no conduces ese coche, el coche no se mueve. Si tu no vives en esa casa, solo son paredes, un suelo y un techo. Si tu no tienes ese móvil, ese móvil no funciona sin que nadie lo encienda. 

Compra y disfruta  lo que necesites y vende lo que ya no te aporta bienestar. Así de sencillo. De esa manera también desaparecerán muchas preocupaciones, malestares, tristezas o imposiciones que te impiden seguir siendo feliz como verdaderamente deseas. 


Imágenes: StockSnap. Pixabay.com





Comentarios